viernes, 13 de marzo de 2009


Hubo algo contigo que fue mi enfermedad, que pasó y se quedará conmigo para siempre, para no olvidar. Cuando te conocí, por mirarte, me olvidé de todo lo demás, victoria y soledad fue lo que sentí. Sabía que esta vida cruel me iba a hacer perder la cabeza por tu amor. Si me pongo a recordar los principios de esta historia, me pierdo entre las nostalgias de lo que nunca se olvida; y más duele saber que nos volveremos a ver pero que nunca es igual. Ser tuyo siempre es mi dulce condena y quisiera ser feliz sin despedirme de aquellos besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario